
Respuesta :
Cuando yo era más joven, hice una vez un viaje a Belice. Fui con toda mi familia. Mi hermanito tenía tres años y yo tenía catorce. Después de pensarlo mucho, mis padres decidieron hacer el viaje a Belice porque quedaba muy cerca de donde nosotros vivíamos en Guatemala en esos años. Recuerdo todo de ese viaje. El lugar era tan limpio y bonito, y en las playas habían muchos pájaros y otros animales bonitos. Yo si podía nadar pero mi hermanito todavía no sabía nadar. Un día yo fui a nadar sin él y él empezó a llorar. ¡Pobre Juan! En realidad, pobre de mí, porque ese día, mientras yo nadaba en el mar, un pez grande me mordió. En un instante yo sentí un dolor tremendo y grité: “¡Mamá, ayúdame!”. Mi mamá se metió al agua y me salvó la vida. Después de salir del agua yo tuve que ir al hospital. Al final no era nada serio, pero de todas formas toda la situación me asustó.